Edición 20 Cono Sur

¿CuÁnto vale el sabor?

Cultivos de maduración en quesos Continentales

En Argentina existe una larga tradición quesera con raíces europeas, la cual llevó a desarrollar a lo largo del tiempo variedades de quesos inspiradas en las encontradas allí. Los principales quesos de pasta semidura elaborados y consumidos en el país comprenden al Gruyere, Emmenthal, Pategrás, Gouda, Fontina, Holanda, Tandil, Colonia y los también coloquialmente conocidos como “queso en barra” o “queso de máquina”, tales como Pategrás Sándwich, Danbo, Prato y Tybo.

Por un lado, los “quesos en barra” suelen apuntar a la funcionalidad y practicidad, en donde el laminado o trozado, el sabor y su vida útil juegan un papel fundamental. Por el otro lado, el resto de los quesos apuntan a ocasiones de consumo de mayor indulgencia como picadas o snacks, en los que se busca que el producto tenga un perfil diferenciado y característico.

Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), los quesos semiduros representan un porcentaje significativo de la producción total de quesos en el país, abarcando un 22,5% de litros de leche equi- valente para el último año. La venta de estos productos en el mercado interno aumentó un 15% entre 2024 y 2025 (en toneladas o millones de litros de leche), al igual que su precio, en alza en los últimos 18 meses.

Si bien gran parte de la producción de quesos semiduros se destina al consumo local, también hay exportaciones a países vecinos como Brasil (6,2% en dólares del total exportado), Chile y Uruguay, y en menor medida a mercados europeos y americanos. Los quesos continentales representan 7,3% de las exportaciones totales.

En este contexto, es crucial el desarrollo de quesos que se adapten a las preferencias del consumidor y exigencias del mercado, tanto local como internacional. Para ello debemos elegir cuidadosamente los cultivos y coagulantes que se utilizarán en su elaboración, ya que determinarán sabores, olores, vida útil, funcionalidad, entre otras características que pueden condicionar el éxito del producto. A través del poder de las bacterias y las enzimas es posible alcanzar las infinitas posibilidades que ofrece la leche. Pero, para implementar este proceso de desarrollo o mejora del sabor y funcionalidad del queso, el primer paso es identificar las características deseadas.

Entendiendo las principales vías bioquímicas de la maduración del queso

Los cultivos iniciadores, coagulantes, cultivos de maduración y enzimas lipasas afectan las vías que influyen en la maduración del queso. La conversión de lactosa, citrato, caseína y grasa contribuye a diferentes resultados en los perfiles de sabor, texturas y la formación de ojos. El control de estas vías influirá en el proceso y en la velocidad de maduración en todos los tipos de queso.

La proteólisis primaria, relacionada con la textura y estructura, se debe a la acción de las proteasas. Está condicionada por la proteasa de la leche llamada plasmina, proteasas provenientes de bacterias psicrótro- ficas, coagulante (dosis y relación C/P = impacto proteolítico generado por la especificidad del coagulante) y las proteasas del cultivo iniciador. Una baja proteólisis primaria es de vital importancia para reducir el riesgo de notas amargas.

La proteólisis secundaria, que afecta el sabor, debida a la acción de las peptidasas, está dirigida por los cultivos iniciadores, cultivos de maduración y bacterias lácticas que no son propias de los cultivos (NSLAB). También influye la tasa de inoculación (la proporción de cultivos añadidos afecta la cantidad de enzimas disponibles, lo que impacta la intensidad de la proteólisis secundaria y los perfiles sensoriales finales), así como el nivel de lisis celular, ya que una mayor lisis de las células microbianas libera un mayor número de enzimas intracelulares, como las endopeptidasas, aminopeptidasas, peptidasas específicas de prolina, dipeptidasas y tripeptidasas, intensificando la proteólisis secundaria y contribuyendo a una mayor complejidad en el sabor del queso.

La proteólisis terciaria, también está dirigida por los cultivos iniciadores, cultivos de maduración y las NSLAB. Implica la transformación de los productos generados durante la proteólisis secundaria en compuestos volátiles y no volátiles que contribuyen al desarrollo del sabor y el aroma. En este proceso participan diferentes enzimas como las aminotransferasas, descarboxilasas, liasas, deaminasas, al igual que la variación entre cepas, ya que tienen actividad enzimática variable. Es muy importante contar con una actividad equilibrada de las aminotransferasas, responsables de convertir aminoácidos en cetoácidos, los cuales son precursores de compuestos aromáticos como aldehídos, alcoholes y ácidos, para asegurar una producción controlada de estos precursores de sabor, evitando la formación de sabores indeseados y mejorando las características sensoriales.

También es fundamental seleccionar el cultivo y orientar el sabor del queso en una dirección específica.

Perfiles de aroma, sabor, texturas y formación de ojos

Vías bioquímicas primarias de maduración de quesos

¡El sabor del queso artesanal bajo control!

La gama de cultivos y coagulantes de Novonesis ofrece diversas posibilidades para crear sabores únicos sin resignar eficiencia y funcionalidad. Al seleccionar de manera adecuada estas herramientas, los productores pueden crear un perfil único, combinando características para formar la identidad de su queso, lo que genera autenticidad bajo control. A continuación, conozca algunas opciones disponibles en nuestro portafolio para llevar sus quesos al siguiente nivel, según sus objetivos específicos.

Sabor bajo control

Acelerar la maduración del queso sin amargores

La mezcla de Lactococcus lactis subsp lactis y cremoris (Línea CR-300) contribuye en la textura, debido a diferentes niveles de actividad de proteasas y reduce el amargor gracias a la combinación de la actividad peptidasa y su potencial de lisis. Estos cultivos tienen bajo impacto en el perfil general de sabor y en la acidificación.

Maduración sin amargores

Lograr rápida maduración y sabores complejos

La combinación de Lactococcus lactis y Lactobacillus (Línea CR-500), mejora las características sensoriales del queso y controla el amargor. Posee bajo impacto en la acidificación durante la elaboración del queso, lo que la convierte en una opción interesante para quesos bajos en grasa.

Rápida maduración y sabores complejos

Intensificar los sabores naturales a manteca y reducir tiempo de maduración

La línea CR-Buttery permite la producción de diacetilo y sabores naturales a manteca intensos en quesos continentales jóvenes. Es una solución robusta contra fagos, que además controla la formación de ojos y mejora la feteabilidad. Acelera los tiempos de maduración, asegurando que se alcance su sabor característico en pocas semanas.

Sabores naturales y tiempo de maduración

Combatir amargores y formación de sabor

Los Lactobacillus helveticus producen mayor sabor en quesos duros y continentales, así como la formación de cristales en quesos de larga maduración. Generan dulzor intermedio y tienen un bajo impacto en la acidificación. Además, influyen en la proteólisis secundaria debido a la elevada generación de peptidasas.

Algunos cultivos pueden acelerar la proteólisis gracias a su elevada autólisis, mientras que otros, por su actividad aminopeptidásicas, eliminan notas amargas y aumentan la proteólisis. También pueden generar sabores equilibrados debido a la formación de compuestos volátiles como consecuencia de la elevada actividad aminotransferasa o generar sabores tostados debido a la producción de pirozina.

Amargores y formación de sabor

Diseñar sabores y aromas únicos

Por largo tiempo los Lactobacillus helveticus fueron usados con éxito, pero siempre ligados con los aromas dulces. Los cultivos CR-Full Flavor ofrecen nuevos perfiles de sabores no dulces. Las combinaciones de cepas se diseñaron basadas en el conocimiento de las interacciones, en lo experimental y en testeo de quesos. Los sabores son distintivos e indulgentes, y ao lado se puede ver los diferentes perfiles.

Sabores y aroma únicos

HA-LA BIOTEC

Autores: Agustina Díaz Gorostegui y Cristian Ishiguro
Coordinación y Edición: Raquel Chiliz y Graciela Taboada
Consultoría: Viviana Bruno
Edición gráfica: Cia da Concepção

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El impacto de las NSLAB en la calidad de los quesos

NSLAB es un acrónimo de Non Starter Lactic Acid Bacteria (bacterias lácticas no iniciadoras), que se traduce como un grupo de bacterias productoras de ácido. Estas bacterias son consideradas parte de la flora secundaria que se desarrolla espontáneamente en diversos tipos de quesos. Se trata de un complejo grupo microbiano, cuya composición en géneros y especies es extremadamente variable, predominando las bacterias mesófilas, homofermentativas obligadas, heterofermentativas facultativas y algunas galactosa-positivas.

Edición 20

El impacto de las NSLAB en la calidad de los quesos

NSLAB es un acrónimo de Non Starter Lactic Acid Bacteria (bacterias lácticas no iniciadoras), que se traduce como un grupo de bacterias productoras de ácido. Estas bacterias son consideradas parte de la flora secundaria que se desarrolla espontáneamente en diversos tipos de quesos. Se trata de un complejo grupo microbiano, cuya composición en géneros y especies es extremadamente variable, predominando las bacterias mesófilas, homofermentativas obligadas, heterofermentativas facultativas y algunas galactosa-positivas.

El origen de estas bacterias es variado, se encuentran principalmente en la leche cruda, ingredientes en polvo utilizados para la estandarización de la leche, tuberías de leche pasteurizada, superficies de equipos, vestimenta del personal, así como en herramientas y utensilios utilizados en la elaboración de quesos, e incluso en el aire del ambiente de producción.

La presencia de las bacterias lácticas no iniciadoras (NSLAB) en los quesos está relacionada con la termorresistencia que muchas de ellas presentan frente al proceso de pasteurización convencional de tipo HTST (High Temperature Short Time) de la leche destinada a la producción de quesos.

Este grupo microbiano ejerce una gran influencia en la aparición de defectos en quesos. Se estima que el 80% de estos defectos están relacionados con problemas como la proteólisis (que afecta la textura y genera sabores indeseables), la producción de gases y post-acidificación. Al lado, se presentan imágenes ilustrativas de dichos defectos observados en diferentes tipos de quesos.

Los principales grupos de bacterias implicadas en la composición de las NSLAB incluyen Lactobacillus, Leuconostoc, Pediococcus y Enterococcus, los cuales se detallan a continuación:

Lactobacillus
Constituye el grupo más abundante dentro de las NSLAB. Pueden crecer en un amplio rango de temperaturas, que oscila entre 2 y 53°C, con un pH óptimo de 5.50 a 6.20. En este grupo se encuentran especies como L. casei, L. plantarum, L. rhamnosus y L. curvatus, que poseen una notable capacidad de proteólisis. Muchas de estas especies están relacionadas con la formación de biopelículas en la superficie de los equipos de procesamiento.

Leuconostoc
Se caracterizan por su capacidad de producir gas a partir del metabolismo del citrato (citrato+), lo que puede considerarse un grave defecto en diversos tipos de quesos. Estas bacterias son capaces de crecer en un rango de temperatura que oscila entre 20 y 30°C y también presentan alta termorresistencia.

Pediococcus
Este grupo se distingue por su alta halotolerancia, con capacidad de crecimiento en productos que contienen hasta un 6.5% de sal en la humedad. Se desarrollan en un rango de temperatura entre 25 y 50°C, y su pH óptimo se sitúa entre 4.50 y 8.20.

Enterococcus
Bacterias heterofermentativas que crecen en temperatura entre 10 y 45°C, destacándose por su capacidad lipolítica, relevante en el desarrollo de características organolépticas de los quesos.

Queso Panela con post-acidificación y liberación de suero

Queso Chihuahua con producción indeseable de gas

Queso Manchego con post-acidificación y cambios en textura

Crecimiento de NSLAB: actividad acidificante vs temperatura

En la gráfica de arriba se presenta un esquema comparativo del comportamiento acidificante de las NSLAB en relación con otros grupos de bacterias. El gráfico ilustra la capacidad de estos grupos para acidificar (disminuir el pH) durante 5 horas de incubación a la temperatura indicada en el eje X.

La primera curva (azul) corresponde a bacterias mesófilas, utilizadas como cultivos iniciadores primarios en la fabricación de quesos. La segunda curva (roja) representa a bacterias termófilas, también empleadas como cultivos primarios. En ambos grupos, la actividad acidificante se manifiesta dentro de rangos de temperatura limitados: entre 25 y 45°C para los mesófilos y entre 30 y 45°C para los termófilos. En contraste, la última curva (verde), que corresponde a las bacterias NSLAB, evidencia una capacidad de acidificación en rangos de temperatura mucho más amplios, entre 15 y 55°C. Esta característica es crucial, ya que un control efectivo del crecimiento de este grupo está relacionado con el control de la temperatura durante el procesamiento y maduración del queso.

Durante la pasteurización convencional de la leche destinada a la elaboración de quesos, se eliminan las bacterias patógenas. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, una proporción significativa de las bacterias presentes en la leche cruda puede sobrevivir y permanecer en la leche pasteurizada, fenómeno conocido como termorresistencia.

Una forma efectiva de monitorear la presencia de NSLAB resistentes al proceso de pasteurización consiste en evaluar la cinética de acidificación de la leche pasteurizada. Para ello, se toman muestras de leche cada hora durante el uso continuo del pasteurizador, posteriormente a un ciclo de limpieza CIP (Cleaning in Place). Las muestras se incuban durante 48 horas a una temperatura controlada, generalmente alrededor de 40°C, para realizar un análisis de pH durante el periodo de incubación. Al construir un gráfico de pH versus tiempo, podemos obtener información sobre el aumento de la actividad acidificante relacionada con estas bacterias a lo largo del uso del pasteurizador.

Cinética de acidificación de leche pasteurizada

Un ejemplo representativo de este fenómeno se observa en la gráfica de arriba, donde se presentan dos curvas correspondientes a la cinética de acidificación de una leche pasteurizada no cultivada, mantenida a una temperatura constante de 40°C.

La primera muestra fue tomada durante el llenado de la primera tina, después de un ciclo de limpieza CIP del pasteurizador, mientras que la segunda muestra fue tomada de la última tina llenada del mismo silo de leche. A pesar de que el origen de la leche fue el mismo, en la muestra final se observa una disminución en el pH en un menor intervalo de tiempo, lo que evidencia una cinética de acidificación más acelerada en comparación con la curva inicial, donde la variación de pH se registró después de 18 horas de incubación.

Como se observa en el ejemplo, una operación crucial para el control de NSLAB es la implementación de un programa de limpieza eficaz en el sistema de pasteurización. Es fundamental contar con un método de limpieza y una frecuencia adecuados que ayuden a prevenir o controlar el crecimiento acelerado de NSLAB.

Otro aspecto que merece atención en la fabricación de quesos es el monitoreo de los tiempos de proceso. Los tiempos prolongados en diferentes etapas del procesamiento de la leche influyen en el crecimiento exponencial de este grupo de bacterias. Etapas como el tiempo de llenado de la tina, la pre-maduración de cultivos primarios, el desuerado, el enfriamiento del queso o el almacenamiento de la leche durante el fin de semana previo a la elaboración son puntos clave de control. En escenarios de tiempos prolongados (en ausencia de limpieza), se provoca un aumento en la carga de bacterias NSLAB.

En quesos madurados, donde se añaden cultivos primarios, es esencial cuidar la dosis inicial de cultivo. Al utilizar dosis bajas de cultivo, se puede fomentar una mayor competencia entre las bacterias NSLAB y las del cultivo, lo que puede generar diferencias en la curva de fermentación entre tina y tina.

En la mayoría de los quesos madurados, el recuento de NSLAB en los primeros días de fabricación es bajo, mientras que el recuento de las bacterias del cultivo añadido es alto. A medida que el queso se almacena, las bacterias del cultivo primario disminuyen, dando paso al crecimiento de NSLAB. Esta dinámica está fuertemente influenciada por la cantidad de azúcares residuales posteriores al salado – particularmente la galactosa – y la temperatura de almacenamiento del queso. El metabolismo completo de la lactosa es crucial para prevenir fermentaciones secundarias. La lactosa es inicialmente metabolizada por las bacterias del cultivo primario, hasta que el porcentaje de sal alcanza niveles inhibitorios y la temperatura se aleja de la óptima. El contenido de sal en base acuosa (NaCl/humedad) es un parámetro clave para controlar la actividad microbiológica del queso.

Dado que el grupo de bacterias NSLAB es muy diverso, su metabolismo utiliza diferentes fuentes de carbohidratos, como lactosa, galactosa y citrato. Algunas de estas bacterias son halotolerantes, lo que dificulta su control. Por lo tanto, una forma efectiva de reducir su impacto es disminuir rápidamente la temperatura del queso después del salado. Para ilustrar la influencia de la temperatura de almacenamiento en el crecimiento de estas bacterias, se puede reducir hasta tres órdenes logarítmicos cuando la temperatura desciende de 8 a 3°C.

El ácido láctico producido por las NSLAB durante el proceso afecta la velocidad de desmineralización de la cuajada; a mayor desmineralización, menor firmeza en el queso. Además, impacta la proteólisis, ya que un pH más bajo en los quesos ralentiza la maduración.

Algunas NSLAB también metabolizan el citrato presente en la cuajada, produciendo compuestos como dióxido de carbono (CO2). Esta producción de gas en los quesos puede ocurrir durante los períodos de maduración, ocasionando defectos en la textura, como la formación indeseada de ojos o cavidades.

En los quesos frescos, donde no se añade cultivo, es común que aparezcan sabores amargos y/o acidez indeseada, generados principalmente por la acción de las bacterias NSLAB. Esto puede afectar la liberación de suero del queso a lo largo de su vida útil. El enfriamiento del queso y la conservación de la cadena de frío son parámetros clave para preservar el sabor fresco de estos quesos y prolongar su vida en anaquel.

El impacto de las NSLAB en las variaciones del proceso y en la aparición de defectos en el queso es significativo. Por lo tanto, la adopción de métodos de control específicos resulta esencial para reducir los efectos adversos asociados a estas bacterias en la industria quesera.

Otras medidas para disminuir problemas causados por las NSLAB

  1. Acelerar el enfriamiento de los quesos madurados después de la fermentación, ya que la mayoría de los grupos de bacterias de las NSLAB tienen un amplio rango de temperatura para su crecimiento. En el caso de los quesos frescos sin cultivos, esta velocidad de enfriamiento debe ser aún mayor.
  2. Mantener la temperatura de almacenamiento de los quesos lo más cercana posible a 4°C y, en el caso de los quesos madurados, evitar temperaturas de maduración elevadas.
  3. Evitar cultivos con períodos prolongados de pre-maduración en la leche.
  4. Respetar la dosis correcta del cultivo primario. Cuanto menor sea la dosis del cultivo, mayor será la dependencia de las NSLAB en la fermentación, lo que incrementa el riesgo de los problemas.
  5. Utilizar una  combinación de cultivos que minimice los azúcares residuales después del salado.

HA-LA BIOTEC

Autora: Giovana Aguilar Lazcano
Coordinación
y Edición: Raquel Chiliz
Consultoría: Viviana Bruno
Edición gráfica: Cia da Concepção

Este boletín es una comunicación entre empresas sobre ingredientes para bienes de consumo. No está destinado a consumidores de bienes de consumo final. Las declaraciones presentes en este documento no son evaluadas por las autoridades locales. Cualquier reclamo realizado en relación con los consumidores es responsabilidad exclusiva del comerciante del producto final. El comerciante debe realizar sus propias investigaciones legales y de adecuación para garantizar que se cumplan todos los requisitos nacionales.

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Los defectos más comunes en los quesos | Parte 2

Analizar los principales defectos de los quesos en rebanadas es esencial para la industria láctea, sobre todo teniendo en cuenta el importante crecimiento de este formato de consumo en el mercado, impulsado principalmente por la demanda de mozzarella. En este número, se analizarán los principales defectos encontrados en los quesos en rebanadas, con énfasis en los impactos sobre la productividad y en no comprometer las características visuales y estructurales del producto final.

Edición 19

Parte 2

Los defectos más comunes en los quesos

Analizar los principales defectos de los quesos en rebanadas es esencial para la industria láctea, sobre todo teniendo en cuenta el importante crecimiento de este formato de consumo en el mercado, impulsado principalmente por la demanda de mozzarella. En este número, se analizarán los principales defectos encontrados en los quesos en rebanadas, con énfasis en los impactos sobre la productividad y en no comprometer las características visuales y estructurales del producto final.

Principales defectos relacionados con la productividad

En el proceso de producción de quesos en rebanadas, dos de los principales retos son el exceso de peso de las rebanadas y la falta de corteza en los quesos. Estos factores afectan directamente a la eficacia de la producción, la rentabilidad y la calidad de los productos. La textura excesivamente blanda del queso, derivada de la alteración de su textura, es uno de los principales factores que dificultan un corte preciso, aumentando la probabilidad de variaciones del peso de las rebanadas y, en consecuencia, el riesgo de sobrepeso. Este problema tiene un impacto directo en los procesos de producción, generando residuos, retrabajos y aumento de costos, además de exponer a la empresa a riesgos legales y comerciales.

El proceso de proteólisis, especialmente la proteólisis primaria, desempeña un papel crucial en este contexto. Durante la estabilización/maduración del queso, se produce la hidrólisis de las caseínas, en particular de las αs1 y β-caseína, dando lugar a la formación de péptidos de alto peso molecular. La αs1-caseína es la fracción más susceptible a la ruptura inicial y desempeña un papel decisivo en la definición de la textura del queso, asociándose a menudo con la firmeza de la matriz proteica. Su hidrólisis precoz puede contribuir a una textura más blanda incluso en los quesos más jóvenes, lo que facilita el corte previo. Sin embargo, este ablandamiento acelerado tiene un costo: los procesos de degradación más rápidos pueden poner en peligro la estabilidad de la textura a largo plazo, acortando la vida útil y aumentando el riesgo de defectos estructurales en el producto final. Este proceso está influenciado por las proteasas naturales de la leche y por la enzima coagulante utilizada. La elección del coagulante es decisiva en el grado de la proteólisis primaria. Coagulantes con baja relación C/P (relación entre la capacidad coagulante y la actividad proteolítica) tienen una alta actividad proteolítica, lo que promueve una degradación más intensa de las proteínas durante la estabilización/maduración.

Peso de rebanadas de dos muestras de Mozzarella

Como resultado, el queso adquiere una textura excesivamente blanda y pierde su geometría original. Para minimizar la proteólisis excesiva y mantener la firmeza adecuada del queso, se recomienda usar coagulantes con una alta relación C/P, lo que facilita un corte preciso y reduce el riesgo de variaciones en el peso de las rebanadas.

El gráfico adjunto evidencia que la muestra preparada con el coagulante CHY-MAX® Supreme (relación C/P = 80) presentó una menor variabilidad en el peso de los cortes en comparación con la muestra producida con quimosina de primera generación (relación C/P = 20). Esta conclusión se ve reforzada por el análisis del coeficiente de variación (C.V.), una métrica estadística que evalúa el grado de dispersión de los datos en relación con la media. Cuanto menores el coeficiente de variación, mayor será la uniformidad entre las muestras analizadas. Los resultados muestran que CHY-MAX® Supreme alcanzó un coeficiente de variación de solo 0,67, mientras que la quimosina de primera generación mostró un valor significativamente superior, de 1,11. En términos prácticos, esto significa que el uso de CHY-MAX® Supreme proporciona rebanadas de queso con pesos más homogéneos, con aproximadamente un 40% menos de variación en comparación con el coagulante tradicional.

Estos resultados demuestran que CHY-MAX® Supreme es la elección ideal para los productores que buscan pesos estandarizados de las rebanadas, contribuyendo directamente a la consistencia del producto final y para reducir el desperdicio, lo que resulta en ganancias de eficiencia y calidad en la producción.

La ausencia de corteza en los quesos aumenta la adherencia de la superficie húmeda a las cuchillas de corte, lo que aumenta la fricción y dificulta el deslizamiento durante el corte. Este efecto perjudica la obtención de cortes uniformes y genera pérdida de fragmentos, llamados “finos”, especialmente en cortes más estrechos, debido a una mayor deformación y rotura de los bordes, lo que requiere ajustes en la velocidad de corte. Por ello, la formación de la corteza es esencial para garantizar la estructura del queso destinado al corte en rebanadas. La lixiviación es un fenómeno fisicoquímico caracterizado por la eliminación de sustancias solubles de un sólido en contacto con un líquido, y es una de las principales causas de la ausencia de corteza en los quesos. Esto se produce cuando el calcio de la superficie migra a la salmuera debido a un desequilibrio osmótico, lo cual debilita la matriz proteica y dificulta la formación de la corteza.

Este proceso es más intenso en salmueras nuevas, desprovistas de calcio disuelto, lo que aumenta la pérdida de calcio del queso a la solución. La lixiviación excesiva de calcio puede predisponer al queso a la peptización, un fenómeno en el que las caseínas de la superficie se vuelven más solubles debido a la pérdida de calcio unido, lo que aumenta la capacidad de absorción de agua y da como resultado una textura suave y gelatinosa.

En los procesos continuos (vías), surge la pregunta: si los primeros quesos dan calcio a la salmuera, ¿no debería haber un equilibrio que evite la lixiviación en los quesos posteriores? La respuesta está en el hecho de que el calcio liberado por los quesos a menudo precipita en forma de sales insolubles, como el fosfato de calcio (Ca3(PO4)2) o el carbonato de calcio (CaCO3). Como este calcio no permanece en forma soluble, no contribuye al equilibrio iónico necesario para preservar la estructura de la superficie de los quesos. Por lo tanto, el uso continuo de salmuera sin una reposición adecuada de calcio mantiene el gradiente de concentración, intensificando la lixiviación y perjudicando la formación de la corteza en los quesos posteriores.

Para evitar este problema, además de agregar cloruro de calcio (CaCl2) en salmueras nuevas, es esencial controlar regularmente el contenido de calcio soluble en salmueras de uso continuo. Se recomienda realizar reposiciones semanales con una solución de cloruro de calcio al 0,10% para mantener el equilibrio necesario.

Es importante destacar que el proceso de filtración de salmuera, ya sea por ultrafiltración (UF) o microfiltración (MF), elimina únicamente el calcio insoluble aportado por los quesos, sin afectar el calcio en forma iónica. Por lo tanto, estos procesos no interfieren con el equilibrio iónico de la salmuera, lo cual contribuye al mantenimiento de las condiciones ideales para la formación de la corteza, sin comprometer el contenido de calcio necesario para el equilibrio osmótico durante la salazón.

Además de la calidad del queso, la elección del equipo de corte ejerce un papel importante en la obtención de cortes consistentes y estandarizados. Las máquinas bien diseñadas, con cuchillas afiladas y sistemas de ajuste precisos, contribuyen a un corte uniforme, disminuyendo la variación de peso entre las rebanadas y reduciendo la formación de “finos”. El rendimiento de este equipo depende en gran medida de las características del queso, especialmente de su textura. La combinación de un queso con una estructura optimizada, una geometría perfecta y un equipo eficiente maximiza el rendimiento, reduce el desperdicio y asegura el cumplimiento de las normas regulatorias, fortaleciendo la competitividad de la industria en el mercado.

Producto final con defectos

Grietas

Las grietas en los quesos en rebanadas no solo comprometen el aspecto visual del producto, sino que también dificultan su manipulación y utilización. Este defecto está directamente relacionado con el equilibrio entre la relación molar de calcio y fósforo presente en la matriz proteica del queso, y puede ser causado por una deficiencia o un exceso de solubilización del calcio. El fosfato de calcio coloidal formado a partir de esta relación es un compuesto que actúa como agente estabilizador de las micelas de caseína, y es esencial para asegurar la estabilidad estructural y la calidad en el proceso de corte. La matriz proteica del queso está formada principalmente por micelas de caseína, cuya integridad estructural depende de la unión entre las proteínas y el fosfato de calcio. Cuando hay un exceso de calcio en la forma insoluble, se produce una reticulación excesiva de las células, lo que da lugar a una estructura rígida y quebradiza. Esta rigidez reduce la flexibilidad de la red proteica, lo que hace que las rebanadas sean más susceptibles de agrietarse. Este defecto es más frecuente en los “quesos jóvenes”, que tienen un mayor contenido de calcio no solubilizado y también contribuyen al desprendimiento de pequeños fragmentos de queso durante el corte en rebanadas.

Por otro lado, una acidificación excesiva, caracterizada por una caída brusca del pH durante las etapas de fabricación, provoca la disolución excesiva del fosfato de calcio y elimina parte del calcio estructural de las micelas de caseína. Como resultado, la red de proteínas pierde cohesión y se vuelve inestable y menos elástica, lo que también conduce al agrietamiento. Este desequilibrio perjudica la integridad de las rebanadas, aumentando el riesgo de roturas durante el corte. Es esencial controlar el equilibrio del fosfato cálcico para garantizar la estabilidad estructural del queso, minimizar la aparición de grietas y optimizar el rendimiento en el corte en rebanadas.

Desequilibrio en la relación molar entre el calcio y el fósforo

Deficiencia en la solubilización del calcio

Queso aún joven para soportar el proceso de corte en rebanadas. En los primeros días, ocurre la solubilización del fosfato cálcico, crucial para la formación de una red proteica cohesiva que permite el corte en rebanadas perfecto del queso y minimiza las pérdidas.

Exceso de solubilización del calcio 

La red de proteínas debilitada no logra mantenerse unida, lo que lleva al desarrollo de una textura frágil y a la formación de grietas durante el corte en rebanadas.

Adhesividad

La adhesividad en los quesos en rebanadas se refiere a la tendencia del queso a adherirse a las superficies de corte y entre sí, causando molestias a los consumidores. Este fenómeno está influenciado por la proteólisis, reacción determinante para la alteración de la textura de los quesos, haciéndolos más pastosos y, en consecuencia, aumentando su adhesividad. Podemos identificar cuatro agentes proteolíticos principales:

Enzimas del coagulante – La proteólisis inducida por la quimosina durante la maduración afecta significativamente a la textura del queso.

Proteasas endógenas de la leche – La plasmina es la principal enzima proteolítica endógena de la leche y desempeña un papel decisivo en la hidrólisis de la caseína durante la maduración del queso, lo que influye directamente en la adhesividad de los quesos en rebanadas. La actividad de la plasmina da lugar a la degradación de la caseína, especialmente de la β-caseína y de la αs2-caseína, lo que conduce a la formación de péptidos menores que alteran la estructura del queso. Su concentración aumenta cuando la leche procede de vacas con mastitis, lo que indica un alto recuento de células somáticas. El plasminógeno es su precursor cuatro veces más abundante, ambos relacionados con la micela de la caseína. Este hecho es de gran importancia, ya que una vez que el plasminógeno se convierte en plasmina, actuará sobre la proteína de la leche, hidrolizando las caseínas.

Proteasas y peptidasas del cultivo añadido – Las bacterias de la levadura láctea son esenciales en la fabricación de quesos, tanto por su rápida producción de ácido láctico, que reduce el pH, como por la liberación de enzimas proteolíticas. Estas enzimas degradan las caseínas en péptidos menores, lo que influye en la textura y el sabor del queso. La elección de cultivos bacterianos, como Streptococcus thermophilus (a menudo utilizado en la fabricación de queso Mozzarella y Prato), es esencial para controlar la proteólisis y, en consecuencia, la textura y adhesividad de los quesos, debido a su baja actividad proteolítica. Es importante destacar que la utilización de microorganismos como Lactobacillus helveticus contribuye significativamente al desarrollo del sabor en los quesos. Sin embargo, su uso se ha vuelto menos común o ha llegado a ocurrir en concentraciones reducidas debido a su alta capacidad proteolítica. Algunas pocas bacterias producen polisacáridos en cápsulas (CPS) que ayudan a retener agua en el queso sin ablandarlo. Por lo tanto, el uso de cultivos bacterianos que producen CPS mejora la textura, el rendimiento y la experiencia del consumidor al manipular y consumir quesos en rebanadas. Bacterias con esta capacidad son extremadamente raras, pero Novonesis cuenta con estas cepas en algunos de sus cultivos, específicamente indicados para la fabricación de queso Mozzarella y Prato, con el objetivo principal de combinar rendimiento y facilidad de corte en rebanadas.

Enzimas liberadas por NSLAB – Las NSLAB son conocidas por su capacidad para crecer durante la maduración del queso y producir enzimas proteolíticas. Estas enzimas contribuyen a la degradación de las proteínas del queso, aumentando la liberación de péptidos y aminoácidos libres, que pueden afectar a la textura y adhesividad de las rebanadas.

Además de los agentes proteolíticos, algunos factores catalíticos influyen en la proteólisis, tales como: la composición del queso (HMD y sal en humedad) y la temperatura de almacenamiento/estabilización, que afecta la actividad enzimática y, por lo tanto, la tasa de proteólisis.

Control de la proteólisis primaria y secundaria

Composición del queso

  • UMD
  • % SH (sal en la humedad del queso)

Tiempo y temperatura

  • Temperatura del queso al momento del envasado
  • Temperatura de estabilización
  • Temperatura interna del queso al momento del corte en rebanadas

Ingredientes

  • Cepas productoras de CPS
  • Relación C/P del coagulante

El gráfico adjunto muestra que la proteólisis secundaria del queso Prato producido con el cultivo DVS® BALANCE™ Max fue aproximadamente un 25% menor en relación con el cultivo de línea, utilizando leche del mismo silo. Estos resultados indican que el DVS® BALANCE™ Max promueve una mayor estabilidad estructural, optimizando la eficiencia en el proceso de corte en rebanadas.

Proteólisis secundaria en el queso Prato

Índice de profundidad de proteólisis

Para monitorizar las acciones de las enzimas de levadura y todas las derivadas de la contaminación, se utiliza el índice de profundidad de proteólisis. Este índice se relaciona principalmente con la actividad de las endo y exoenzimas del cultivo utilizado en la fabricación del queso, así como de las NSLAB.

Cristales de lactato de calcio (CLC)

Los cristales de lactato de calcio son un fenómeno que se puede producir en los quesos, especialmente en los cortados rebanadas y envasados en bandejas de atmósfera modificada (ATM). Estos cristales se forman a partir del lactato, un subproducto de la fermentación de la lactosa por las bacterias lácticas. La formación de CLC puede verse influenciada por diferentes factores, incluyendo el pH del queso, la concentración de calcio y la actividad de las bacterias lácticas. Las bacterias desempeñan el papel principal en este proceso. El lactato formado puede presentarse en las formas isoméricas L o D, dependiendo de su conformación química espacial, la cual, a su vez, está determinada por el metabolismo de los microorganismos. El D-lactato de calcio es menos soluble que el L-lactato de calcio. Durante la maduración de los quesos, se produce un aumento del D-lactato. Las NSLAB, como Lactobacilli, Pediococci y Leuconostoc, son capaces de formar más D-lactato y convertir el L-lactato en D-lactato, debido a la presencia de racemasas. Las poblaciones altas de la NSLAB, con índices superiores a 104/g, son suficientes para inducir un aumento significativo de D-lactato, contribuyendo a la formación de CLC. La presencia de CLC en los quesos a menudo es pasada por alto por la industria, principalmente porque las quejas de los consumidores a menudo describen estos cristales como moho blanco.

Formación de cristales de lactato de calcio

  • Baja actividad de la levadura: Mayor residuo de lactosa proporciona más sustrato para que la NSLAB forme D-lactato. La NSLAB siempre será la fuente principal del defecto.
  • Corte de quesos en rebanadas con altos recuentos de NSLAB, seguido de la utilización del equipo sin una limpieza adecuada por CIP (Clean-in-Place) o COP (Clean-out-of-Place): Puede dar lugar al transporte de bacterias, lo que compromete la calidad microbiológica de los lotes posteriores y aumenta el riesgo de contaminación cruzada.
  • Exposición de las rebanadas en el sector de corte: A menudo, un queso no presenta problemas visibles, incluso con la presencia de D-lactato. Sin embargo, cuando el queso se corta en rebanadas y se expone a temperatura ambiente durante unos minutos, se produce una ligera deshidratación superficial, lo suficiente como para saturar el lactato y dar lugar a la formación de cristales.
  • Propensión a la formación de cristales en quesos cortados en ATM: Cuando el queso se corta en rebanadas y se envasa en ATM, el CO2 de la mezcla de gases puede reaccionar con el agua libre del queso (especialmente los quesos con drenaje), formando ácido carbónico (H2CO3). Este ácido se disocia en iones de hidrógeno (H+) y bicarbonato (HCO3-). Los iones de hidrógeno pueden reaccionar con los iones de calcio (Ca2+) en el queso, formando carbonato de calcio (CaCO3). Posteriormente, el lactato producido por la fermentación de la lactosa puede interactuar con el calcio, dando lugar a la formación de CLC.

Desuerado

El desuerado es un fenómeno común en los quesos envasados en bandejas de ATM. Podemos identificar dos momentos distintos de desuerado en los quesos envasados en la bandeja, uno relacionado con la humedad superficial, similar a la condensación, y la otra con la exudación de suero, correlacionado con la solvatación de la caseína. La humedad superficial o “sudor” es el resultado de la salida de la humedad intersticial, agua presente en los espacios entre las micelas de caseína. Cuando hay diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del paquete, esta humedad puede migrar a la superficie del queso, donde se condensa y forma pequeñas gotas. Este proceso es más común en quesos cortados antes del período de estabilización y puede verse exacerbado por las fluctuaciones de temperatura en las góndolas de los supermercados.

Cuando un queso mozzarella envejece en una bandeja de ATM y empieza a liberar suero, este proceso puede asociarse con la solvatación de la caseína y la disminución del pH causada por las bacterias acidificantes. La solvatación se refiere a la capacidad de las micelas de caseína para interactuar con las moléculas de agua, formando una capa de hidratación esencial para la estabilidad de la matriz proteica. Algunas cepas de NSLAB, con alta capacidad de producción de ácido láctico y reducción del pH, pueden ser responsable de la pérdida en el solvatación, esto puede conducir a mayor liberación de humedad, especialmente en la maduración, cuando la estructura de la caseína es menos eficiente para retener agua.

Otro mecanismo capaz de alterar la solvatación de las caseínas es el alta proporción de CO2 en la bandeja. Este gas tiene un efecto bacteriostático, inhibiendo el crecimiento de bacterias aerobias de deterioro y prolongando la vida útil del queso, lo que explica el interés de las industrias por aumentar su concentración. Sin embargo, esta práctica puede ser perjudicial, ya que al disolverse en la humedad del queso, el CO2 forma ácido carbónico (H3CO2), que reduce el pH del producto. Este proceso está relacionado con el concepto de pKa (fuerza de un ácido), que representa el valor de pH en el que el ácido se disocia en un 50% en sus iones. Cuando el pH del queso se aproxima al pKa del ácido carbónico, se produce una mayor liberación de iones H+, intensificando la acidificación de la matriz proteica. Como consecuencia, la solvatación de las micelas de caseína se ve afectada, lo que resulta en la liberación de suero.

Solvatación y variación de pH

Solvatación de la caseína y defectos en quesos

Los quesos con alta posacidificación tienden a presentar:

  • pH muy bajo
  • Poca o ninguna elasticidad
  • Textura quebradiza
  • Sabor extremadamente ácido
  • Desuerado.

Efecto del pH en la solvatación de caseína a 20°C (Snoeren et. al, 1984)

Desuerado por salida de agua intersticial

Desuerado por solvatación de las caseínas

Hinchazón de la bandeja

Se sabe que la relación más común para hinchazón de quesos Mozzarella y Prato en bandejas de ATM es la presencia de bacterias del grupo NSLAB, especialmente las bacterias heterofermentadas de citrato. Otra posible causa de hinchazón en la bandeja es la descarboxilación de los aminoácidos. Durante el proceso de maduración y/o estabilización del queso, la caseína es degradada en péptidos y aminoácidos por las enzimas proteolíticas de las bacterias y los coagulantes.

Los aminoácidos libres son sustratos para una serie de reacciones catabólicas que generan muchos compuestos de sabor importantes. Algunos aminoácidos, como el glutamato, pueden sufrir descarboxilación para producir ácido-aminobutírico y una cantidad bastante alta de CO2 por la acción de la enzima glutamato descarboxilasa, que puede activarse en condiciones ácidas y anaeróbicas —como en el queso— favoreciendo la “hinchazón” de la bandeja. Algunas bacterias, como Streptococcus thermophilus y Lactococcus subsp., tienen un sistema enzimático de descarboxilasa de glutamato que puede activarse en condiciones específicas, como pH bajo y ambientes anaeróbicos, comunes en la tecnología de atmósfera modificada (ATM), que crea un ambiente anaeróbico dentro del envase eliminando casi todo el oxígeno y reemplazarlo con otros gases, como el nitrógeno y el dióxido de carbono. Es crucial garantizar que los cultivos utilizados en la elaboración de queso no contengan este sistema de descarboxilasa. Las cepas de cultivo de Novonesis están libres de este complejo, lo que asegura la calidad y seguridad de los productos.

HA-LA BIOTEC

Coordinación e Edición: Raquel Chiliz
Consultoría y redacción técnica: Tiago Silva, Michel M. Saito y Lúcio A. F. Antunes
Versión en español: Graciela Taboada
Edición gráfica: Cia da Concepção

Este boletín es una comunicación entre empresas sobre ingredientes para bienes de consumo. No está destinado a consumidores de bienes de consumo final. Las declaraciones presentes en este documento no son evaluadas por las autoridades locales. Cualquier reclamo realizado en relación con los consumidores es responsabilidad exclusiva del comerciante del producto final. El comerciante debe realizar sus propias investigaciones legales y de adecuación para garantizar que se cumplan todos los requisitos nacionales.

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